Acción Solidaria (AcSol)
Gracias a 25 años de persistente labor de
las organizaciones de sociedad civil que trabajan en VIH y al apoyo de los
sistemas internacionales de protección de los derechos humanos, nacieron los
esfuerzos solidarios mundiales para erradicar la discriminación del contexto de
VIH y garantizar la igualdad efectiva de las personas con VIH al disfrute de
derechos. Por impulso de Jonathan Mann –médico y defensor de derechos humanos-
y la Organización Mundial de la Salud, 148 gobiernos suscribieran en 1988, la
Declaración de Londres sobre la Prevención del SIDA, priorizando la educación,
el libre intercambio de información y de experiencias, y la necesidad de
proteger los derechos humanos y la dignidad de las personas con VIH. La
Asamblea Mundial de la Salud adoptó ese mismo año una resolución para solicitar
a los Estados evitar toda medida discriminatoria contra personas con VIH.
En 1992, la ex Comisión de Derechos Humanos
de Naciones Unidas elaboró la Carta de las Obligaciones de Respetar los
Derechos Humanos y los Principios Éticos y Humanitarios al Abordar las
Dimensiones Sanitarias, Sociales y Económicas del VIH/Sida, en la que se
establecieron normas precisas sobre el cumplimiento de obligaciones por parte
de los Estados con las personas con VIH/SIDA. En 1996, la ONU creó el Programa
Conjunto sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) a fin de lograr una respuesta ampliada en
prevención y tratamiento y, en 1998, la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y ONUSIDA, elaboraron las Directrices
Internacionales sobre VIH/SIDA que pasaron a formar parte de las obligaciones
de los Estados en derechos humanos.
En el 2000, 189 gobiernos suscribieron la
Declaración del Milenio en la que se fijó como sexto objetivo de ayuda al
desarrollo lograr para el 2010, “el acceso a tratamiento de todas las personas
con VIH y Sida que lo necesitaran” y, para el 2015, “haber detenido y comenzado
a reducir la propagación del VIH”. En el 2001, 189 Estados de la ONU firmaron
la Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH/Sida (UNGASS), en la que
se calificó la epidemia como una “uno de los desafíos más graves para la vida y
la dignidad del ser humano, así como para el disfrute efectivo de los derechos
humanos, que afecta a todas las personas, ricas y pobres, sin distinción de
edad, género o raza”.
En el 2002, bajo los auspicios del
Secretario General de la ONU, Kofi Annan, se creó el Fondo Mundial de Lucha
contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria. Ese año, la sociedad civil logró
que en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC)
se suscribiera la Declaración de Doha, donde se aprobó una previsión sobre el
derecho de los países a proteger la salud pública y a producir medicamentos sin
permiso de los titulares de patentes. En el 2006, los países ratificaron UNGASS
mediante la Declaración Política de Acceso Universal a Prevención, Tratamiento,
Atención y Apoyo en VIH.
El pasado 5 de junio, la Asamblea General
de la Organización de Estados Americanos aprobó la Resolución 2802 sobre la
Promoción y Protección de los Derechos Humanos de las Personas Vulnerables al
VIH/SIDA, Viviendo con VIH/SIDA y afectadas por él, en la cual se resolvió
alentar a los Estados para enfrentar el estigma y la discriminación relacionado
con el VIH/SIDA, ejercidos por líderes comunitarios y religiosos, proveedores
de servicios, agentes del Estado o familiares, y apoyar los esfuerzos para
resolver –como sus consecuencias- la falta de acceso a seguro médico o
servicios de salud adecuados, la pérdida o negación del empleo y del ingreso
económico, la falta de acceso a créditos y la pérdida de vínculos familiares y
sociales.
En este sentido, la historia del VIH
constata que los mayores avances en VIH/SIDA ocurrieron cuando los gobiernos
asumieron sus obligaciones con los derechos demandados por la sociedad civil, y
cuando internacionalmente las oficinas de asesoramiento a los gobiernos
elaboraron estrategias conjuntas con los órganos de derechos humanos. Como
resultado, hoy existen cerca de 50 instrumentos internacionales de protección
de los derechos humanos en el contexto de VIH, los cuales el Estado venezolano
tiene el deber de cumplir.
@accionsolidaria
1 comentarios:
Estoy muy agradecido al Dr. Osojo por ayudarme a curar mi VIH y Tuberculosis. Las palabras no pueden explicar lo feliz que estoy de haber sido curado de estas dos enfermedades mortales que atacaron mi salud. Me diagnosticaron VIH en 2011, mientras buscaba ayuda y curaba, volví a enfermarme y me diagnosticaron de tuberculosis activa en 2013. Busqué una cura hasta que encontré una verdadera del doctor Gregory Ososjo. Llegué al Dr y le expliqué mis problemas de salud a él y él me ayudó con dos medicinas herbarias perfectas para ambas enfermedades. Tomé estas medicinas como remedios para mi VIH y TUBERCULOSIS y para mi mayor asombro me curaron de mi Tuberculosis apenas dentro de un corto período de tomar la medicina y justo después de 2 semanas nuevamente recibí un mensaje del Dr. Gregory Osojo que debería ir por Un chequeo médico y cuando lo hice se confirmó que estoy curado del VIH y ahora un VIH negativo sin rastros de la enfermedad en mi sangre. Estoy muy contento y agradecido con el Dr. Gregory Osojo. Recomiendo las medicinas herbarias del Dr. Gregory Osojos a cualquier persona que necesite una curación al VIH / SIDA oa la Tuberculosis. Mis oraciones por todos aquellos que están enfermos y contaminados con enfermedades mortales es que todos se curan de inmediato y sentir la alegría de una salud buena y saludable. Llegue al Dr. Osojo en dr.osojoherbalcureofalldisease@gmail.com y WhatsApp en +2348100663964
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